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ADVOCACIÓN UNIVERSAL

La devoción a la advocación de la Virgen del Rosario es universal, devoción incalculable en todos los rincones del mundo, no se podría localizar todas las regiones donde se venera la Virgen del Rosario así como sus patronazgos, a continuación mencionamos algunas representaciones.

 

NUESTRA SEÑORA DEL ROSARIO DE LA HERMANDAD DE LA MACARENA

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La Imagen de Nuestra Señora del Santo Rosario es una obra anónima, atribuida por algunos estudiosos a Pedro Duque Cornejo, siendo la escultura del Niño Jesús que sostiene en sus brazos una obra anterior fechable en las primeras décadas del siglo XVI. En sus orígenes la imagen de la Virgen era de talla completa, siendo posteriormente transformada en una imagen de candelero.

La Virgen del Santo Rosario, que presidió durante años el altar mayor de la Parroquia de San Gil, es la Titular Gloriosa de la corporación, a la que se incorporó tras la fusión de las Hermandades del Rosario y la Esperanza en 1793.

Divina sede para el Niño, que duerme en su regazo, la dulce belleza de su rostro hace que sea muy querida y venerada por los macarenos.

La Hermandad le consagra por entero el mes de octubre, en el que se celebra Triduo y Función en su Honor, además de la procesión que anualmente discurre por las calles de la collación. En cumplimiento de sus fines, la Hermandad fomenta el culto del Santo Rosario y la extensión de esta devoción con el rezo diario de la piadosa oración mariana en la basílica.

 

NUESTRA SEÑORA DEL ROSARIO DE GUATEMALA

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La imagen de la Virgen del Rosario de Guatemala es venerada por millones de personas que acuden a visitarla, especialmente a la Basílica de Nuestra Señora del Rosario, en la parroquia de Santo Domingo de Guzmán, en el centro de la ciudad.

La devoción a la Virgen María por medio del Santo Rosario llegó a Guatemala con los primeros frailes dominicos quienes lo propagaron como un medio de evangelización. 

Se formaron cofradías, se organizaron rezos y salieron procesiones. La devoción se afianzó tanto en la población que Fray Lope de Montoya, decidió mandar a hacer una nueva imagen de Nuestra Señora, muy rica y bella que se expone a la veneración de los fieles en 1592.

Al respecto, Miguel Álvarez en su obra “Algunas imágenes de la Virgen María en el Arte Guatemalteco” refiere a Fray Antonio de Remesal, que indica: “La imagen que tuvo la cofradía de los españoles era de mucha devoción, conocida como Nuestra Señora de La Antigua. Era devotísimo el padre Fray Lope de Montoya del Rosario de la Virgen; a cuya causa no se le recaía la mano, ni el Ave María y considerando lo bien que la gente de la ciudad acudía a cualquier gasto del culto divino, emprendió uno tan grande como fue hacer la imagen de Nuestra Señora del Rosario de Plata, que es la mayor que hay hoy en las Indias”. 

La imagen de la Virgen del Rosario, hecha totalmente de plata, que hoy veneramos en el Templo de Santo Domingo durante todo el mes de octubre, posee un incalculable valor que siempre fue reconocido y admirado desde su creación, tomándose como una de las más bellas de América.

Esta imagen “de plata” se dice fue hecha en base a otra llamada “La Antigua o Dómina”, de autor anónimo, que también era de incalculable belleza y que hizo también a la Virgen de Chiantla venerada antes que aquella. 

Estilo

La obra está concebida dentro del manierismo, estilo que se ubica después del Renacimiento y antes del Barroco y que se caracteriza por su suntuosidad. Según Álvarez, es característica de la iconografía de las Vírgenes del Rosario manieristas, el niño dormido. Forma que, debido al alto grado de veneración que tuvo y mantiene fue tomada de modelo para la creación de varias imágenes que le imitan en ese detalle. 

 

NUESTRA SEÑORA DEL ROSARIO DE CHIQUINQUIRÁ

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Es una de las advocaciones con que se venera a la Virgen María en el catolicismo. Es la patrona de Chiquinquirá, de la República de Colombia, del Estado Zulia en Venezuela y de la ciudad de Caraz en el Perú. Se la denomina así por el municipio de Chiquinquirá, donde tuvo lugar la primera de sus manifestaciones milagrosa. Este lienzo es bajado de su trono, durante el año jubilar mariano, que es cada siete años, para desfilar procesionalmente por las calles del municipio.

En Colombia el 3 de julio de 1986 el Papa San Juan Pablo II visitó la Basílica de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá y oró por la paz de Colombia a los pies de la Virgen María. El 9 de julio de 1999 el lienzo visitó la ciudad de Bogotá para presidir la oración por la paz. En agosto y septiembre de 2017 lo hizo de nuevo con motivo de la visita del Papa Francisco a Colombia.

En Venezuela, su imagen aparece vívida en la Basílica de Nuestra Señora de Chiquinquirá (Maracaibo) a donde acuden miles de peregrinos, no solo el día de su fiesta patronal el 18 de noviembre, sino todos los domingos, cuando se celebran las misas, seguidas de entusiastas procesiones.

 

Descripción del cuadro

El rostro de la Virgen María se destaca por su modesta actitud y su inefable sonrisa, sus ojos entrecerrados la revisten de una hermosura admirable, que mueve al recogimiento; un velo blanco cubre su cabeza; viste un manto azul celeste, una túnica rosada, un rosario cuelga de las manos de María y del Niño Jesús, quien en la derecha sostiene un hilo que pende del pie de un pajarillo.

A la derecha de María, está San Antonio de Padua, sosteniendo en la mano izquierda, un libro sobre el que está el Niño Jesús con el mapamundi en sus manos; en la derecha sostiene una palma. A la izquierda está San Andrés, apóstol, leyendo la Sagrada Escritura, en la izquierda sostiene la cruz en forma de X, signo de su martirio. María sostiene en sus brazos al Niño Jesús invitándonos a acogernos a Él, quien puede remediar todos nuestros males. A primera vista se descubren vestigios de las goteras que corrieron sobre la pintura. El cuadro está adornado con dos coronas, dos rosarios, el cetro, la Cruz de Boyacá, la Orden de San Carlos y la Orden del Congreso; lo rodean 30 semicircunferencias con escudos de la Santa Sede, la Provincia y algunas Diócesis; del cuadro penden, un rosario y dos rosas de plata; un fuerte cristal lo protege desde 1954.

 

Conservación prodigiosa del Lienzo

Este milagro consiste en que durante más de 422 años ( 1587-2017 ) el lienzo se conserve tal como se renovó. Desde 1587 hasta 1897, que se le colocó el cristal para protegerlo, diariamente se estuvo retocando en el lienzo de la Virgen, mazos de rosario, manojos de yerbas, panecitos de tierra blanca y otras mil cosas y el lienzo no ha sufrido daños, debiéndose haber destruido y acabado la tela en la parte que tales refregones sufrió. Tenían en el templo una vara larga con un garabato en la punta, donde engarzaban los objetos, los aplicaban al lienzo de manera que no quedara duda de que han sido tocados en la Imagen. Si vemos la columna de mármol, de la Virgen del Pilar de Zaragoza en España, los peregrinos la besan por el respaldo, y con solo aplicarle los labios, en tan largo tiempo, se ha hecho al mármol una concavidad, lo mismo que el pie de bronce de San Pedro del Vaticano, se ha desgastado notablemente con el ósculo de los turistas. Es indiscutible que “en esta Imagen hay encerrado algún don especial de Dios, reservado para remedio de graves males” como lo expresó la Sagrada Congregación de Ritos en su Decreto de 18 de julio de 1829.

 

LA VIRGEN DEL ROSARIO DE SAN NICOLÁS

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Es una de las muchas advocaciones con la que se venera la figura de la Virgen María en el catolicismo. El día 25 de mayo del año 2009 fue coronada y aprobada por el Obispo y Roma el 25 de septiembre del 2016. Esta imagen genera uno de los fenómenos de peregrinación católicos más importantes de la República Argentina.1

En 1884 se inauguró el templo parroquial de San Nicolás de Bari, que albergó una imagen de la Virgen del Rosario.

En el siglo XX, la señora Gladys Quiroga de Motta declaró que había recibido una serie de apariciones de la Virgen, que habrían iniciado el 25 de septiembre de 1983.

Cada 25 de septiembre, la ciudad de San Nicolás recibe a cientos de miles de peregrinos y fieles que concurren para rendir homenaje a la imagen de Nuestra Señora del Rosario de San Nicolás. En el año 2003, al cumplirse 20 años de la primera aparición de la Virgen, se congregó el segundo mayor número de fieles: 400.000 personas. Llegaron peregrinos de todas las provincias de Argentina, con grupos de más de 1000 personas que recorrieron a pie los 240 km que separan San Nicolás de la ciudad de Buenos Aires. Un trayecto tres veces mayor que el que va de Buenos Aires hasta Luján. El 25 de septiembre de 2013, al cumplirse 30 años de la aparición de la Virgen, llegaron a la ciudad 500.000 personas, superando la cantidad de fieles del 2004, y siendo hasta el momento el año con mayor cantidad de concurrencia de peregrinos.

En un decreto firmado el 22 de mayo de 2016 y hecho público pocos días después, Héctor Cardelli, obispo de San Nicolás, declaró que las apariciones ocurridas en San Nicolás serían de carácter sobrenatural. De este modo, el hecho ha quedado reconocido, a nivel diocesano, dentro de la Iglesia católica.

 

LA VIRGEN DE FÁTIMA

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Formalmente Nuestra Señora del Rosario de Fátima – es una advocación con que se venera en el catolicismo a la Virgen María. En la misma línea que otras apariciones marianas, tuvo su origen en los testimonios de tres niños pastores, llamados Lucía dos SantosJacinta y Francisco Marto, quienes afirmaron haber presenciado varias apariciones marianas en la Cova da IriaFátima, en Portugal, entre el 13 de mayo y el 13 de octubre de 1917. A partir de entonces, esta advocación mariana extendió su fama más allá de sus límites locales llegando a todo el mundo.

Se atribuyeron a los mensajes de la aparición componentes proféticos y escatológicos, en particular con respecto a una posible nueva guerra mundial —sus seguidores han interpretado que el inicio de la Segunda Guerra Mundial fue su confirmación—, a la conversión de la Rusia soviética, y al intento de asesinato de Juan Pablo II. ​

Su principal lugar de culto es el Santuario de Nuestra Señora del Rosario de Fátima, ubicado en la ciudad del mismo nombre en el municipio de Ourém. Considerado uno de los centros de peregrinación católica más importantes del mundo, ​ el santuario de Fátima, edificado en el lugar de las apariciones, recibió 7,3 millones de peregrinos en el año 2011.

El domingo 13 de mayo de 1917, los tres niños fueron a pastorear sus ovejas como de costumbre, a un lugar conocido como Cova da Iria, cerca de su pueblo natal de Fátima en Portugal. Lucía describió haber visto, sobre una encina, a una mujer «más brillante que el sol», vestida de blanco, con un manto con bordes dorados y con un rosario en las manos, que les pidió que retornaran el mismo día y a la misma hora durante cinco meses consecutivos, encomendándoles el rezo del rosario. Francisco declaró no escuchar ni hablar con la Señora, sino solo verla. ​ Asombrados, corrieron de regreso a su pueblo y lo anunciaron a todos, encontrándose con la previsible incredulidad de sus vecinos —incluyendo los padres de Lucía—. En cambio, los padres de Jacinta y Francisco les creyeron. ​

Los niños anunciaron más apariciones, el día trece de los meses de junio y julio. Tras la segunda aparición, en junio, declararon que se les había anunciado la muerte de Jacinta y Francisco.  A causa de la mortífera epidemia de gripe conocida como «gripe española» que asoló Europa y América, Francisco y Jacinta Marto cayeron enfermos en diciembre de 1918. Francisco no se recuperó y murió el 4 de abril de 1919. Jacinta mejoró algo su salud, pero al poco tiempo sufrió una pleuritis purulenta y fue internada en el hospital de Vila Nova de Ourém en el verano de 1919. Trasladada a Lisboa, murió el 20 de febrero de 1920.

En los mensajes que los niños transmitían, la Virgen exhortaba al arrepentimiento, a la conversión y a la práctica de la oración y la penitencia como camino de reparación por los pecados de la Humanidad. Paulatinamente, los niños experimentaron una transformación profunda, basada en la práctica de la oración y de ejercicios de piedad. Como forma de disciplinarse, los niños comenzaron a llevar cordones apretados alrededor de la cintura y a realizar distintas obras de penitencia o mortificación.

Algunos de los mensajes transmitidos por los niños presagiaban guerras y calamidades en el mundo. Según el relato de Lucía, el 13 de julio de 1917 en la Cueva de Iria-Fátima les fue confiado a los niños el llamado «secreto de Fátima», dado a conocer por la Santa Sede durante el pontificado de Juan Pablo II. Después del relato de la tercera aparición que incluyó la revelación del «secreto de Fátima», los niños fueron secuestrados por mandato del alcalde de Vila Nova de Ourém y sometidos a castigos físicos con el objetivo de que revelaran el contenido de ese mensaje.

En posteriores retornos los niños fueron seguidos por miles de personas que se concentraban en el lugar. Entre las recomendaciones, según los testimonios de los niños, la Virgen hizo hincapié en la importancia del rezo del Santo Rosario para la conversión de los pecadores y del mundo entero. La Virgen María también habría pedido la construcción de una capilla en el lugar, capilla que fue el germen del actual santuario de Fátima.

13 de octubre de 1917

Según los escritos de Lucía, la última aparición de la Virgen a los tres pastorcitos tuvo lugar el 13 de octubre de 1917, día en que se produjo el llamado «Milagro del Sol», presenciado por 70 000 personas.

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