C O F R A D Í A
Templo de Santo Domingo de Guzmán
Oaxaca, México
de Nuestra Señora del
Santísimo Rosario
INTRODUCCIÓN
A tenor de los Estatutos del Consejo Directivo Nacional del Santísimo Rosario de la Provincia de Santiago de México presentamos la siguiente información en esta página Cofrade.
Es de suma importancia mencionar que todas estas actividades han sido respaldadas por numerosos Frailes de la Comunidad Dominicana, que a lo largo de su estancia en la ciudad de Oaxaca han constatado el trabajo realizado por la Cofradía, brindando su servicio en los últimos años en la Cofradía como Asesores Espirituales: Fray Javier Echeverría Irizar O.P. (+) y actualmente con Fray José Luis Martínez Ramírez O.P.
Siguiendo el estilo de vida Cofrade a nivel mundial y en México basándose en los Estatutos Nacionales del Rosario, los Cofrades en Oaxaca realizamos las siguientes actividades para mayor gloria y honra de nuestra Madre Santísima, es así como por medio de nuestras actividades realizamos una PREDICACIÓN MARIANA para la ayuda en la construcción del Reino de Dios.
H I S T O R I A
“El Rosario es algo propio de la Orden de Predicadores (dominicos). Todos estamos convencidos de ellos. Otros podrán enseñar a los cristianos a recitar el Rosario. Pero hay un modo de predicar el Rosario. Nuestras constituciones hablan del apetito o deseo de verdad que se encuentra en toda persona. Nosotros, por vocación especial, estamos llamados a satisfacer dicho deseo. Esto vale también para la predicación del Rosario.
El Rosario ha de ser una luz; algo que va más allá de la representación imaginaria de los principales misterios de la vida de Cristo; más allá de los sentimientos que provoca en nosotros. Ha de ser una luz que impregne los misterios de la fe para sacar; aquí y ahora su significado y valores vitales. No es sólo el esfuerzo de una inteligencia que razona. Es, sobre todo, una simple mirada contemplativa de alguien que se deja penetrar por la luz que es de Dios.
Al hacernos comulgar con el corazón de aquella que es llamada Bienaventurada por haber creído, el Rosario es una oración que ilumina y una luz que ora.
Esta forma de oración, entrañable la Orden, nos permite compartir la fe con los sencillos de corazón a los que el Padre ha tenido a bien revelar los secretos de su Reino.
Santo Domingo de Guzmán, Padre y Fundador de la Orden de Predicadores, varón evangélico cuyo centro vital es la experiencia de Dios vivida en la contemplación de Cristo Redentor, acunado, en el regazo de María Madre de Jesús e intensificada a contacto con la humanidad doliente y necesitada de salvación, conjuga admirablemente la oración contemplativa con la predicación, por eso el Santo Rosario en la Orden de Predicadores es un modo de evangelización inmejorable y conforme con su espíritu propio, refuerza en su familia la vocación mariana, confiando siempre en que Ella abre a la ternura, a la delicadeza a la educación, a la finura en el trato cotidiano.
El Santo Rosario nace, se desarrolla lenta, suave, sabiamente y madura como rico fruto colmado de gracia divina, en el seno de la Orden de Predicadores, como el mismo Santo Domingo que los entrega como joya preciosa que adorna y motiva la vida de la iglesia.
San Pío V, en la bula “Consueverut Romani Pontifices” del 19 de diciembre de 1569, establece la forma definitiva del santo Rosario: quince misterios en los que se contempla el Evangelio integro al ritmo melódico y armonioso del Avemaría: Los misterios se dividirán en tres partes: misterios gozosos, misterios dolorosos y misterios gloriosos. Aunque, desde “el miércoles 16 de octubre, Vigésimo cuarto aniversario de su elección a la sede de Pedro, el Santo Padre Juan Pablo II hizo pública la carta apostólica “Rosarium Virgines Mariae” sobre el rezo del santo Rosario, en la que añade cinco nuevos misterios, los Misterios de Luz, entonces, a partir de esa fecha tendremos veinte misterios, cada misterio consta de diez Avemarías anteponiendo a cada decena el Padrenuestro.
El Papa Pío V también en la bula “Salvatoris Domini” del 5 de Marzo de 1572 instituye la fiesta litúrgica de la Bienaventurada “Virgen María de la Victoria” en honor del santo Rosario. Dos años después (1574) Gregorio XIII, dispuso esta solemnidad con el título de “Nuestra Señora del Rosario” y para celebrar el primer domingo de octubre, Clemente XI la hace fiesta universal de la iglesia: San Pío X la fija el 7 de octubre y la liturgia actual la ha confirmado.
La Cofradía del Santo Rosario extendida mundialmente por los frailes dominicos, ha sido un medio eficaz para la difusión del Santo Rosario. La primera Cofradía, propiamente dicha, se fundó en 1470 por el Beato Alano de Rupe, O. P. en Douai Francia y aprobada por Sixto IV, en el año 1478. Enriqueciendo este movimiento mariano surge de su entrada misma el “Rosario Perpetuo” fundado por Fr. Timoteo Ricci, O. P., en 1635 en Bolonia-Italia y aprobado por Alejandro VII, en 1656. El “Rosario Viviente”, fue fundado en 1826, en Lyon Francia por María-Paulina Jaricot, dominica seglar y aprobado por Gregorio XVI, desde 1877 bajo la dirección de la Orden de Predicadores.
En México, se fundó la primera Cofradía del santo Rosario el 16 de marzo de 1538 por Fr. Tomás de San Juan, conocido como Fr. Tomas del Rosario, semilla fecunda que ha dado abundante fruto por todo nuestro país. Los actuales socios de este movimiento han de saber promover y acrecentar con profundo celo apostólico el rezo, meditación o reflexión de esta oración. Mostrando un rezo constante, intachable y eficaz del santo Rosario, que en su contemplación nos haga aspirar a Cristo en la práctica de la vida cristiana cobijados con María y por María bajo la providencia del Padre que nos concede la abundancia de los dones del Espíritu Santo. Esta abundancia de dones nos ha de llevar a la encarnación de la palabra de Dios en nosotros para nuestra salvación y la de nuestro prójimo.
La Cofradía Del Rosario Perpetuo se constituyó el 12 de diciembre de 1896. Ese mismo día los cofrades celebraron su primera hora de guardia solemne.
La Cofradía del Rosario Viviente que integra la “Cofradía del Santo Nombre de Jesús” fue canónicamente erigida en el Templo de Santo Domingo de México, por el M. R. P. Vicario General. Fr. Secundino Martínez, el día 9 de noviembre de 1901, en el altar del crucero de la Epístola. Al igual que la “Cofradía de la Milicia Angelical”. Mientras tanto la “Cofradía de la Primera Comunión y Perseverancia” fue erigida por el M. R. P. provincial Fr. Luis Getino, el día 1ro. de enero de 1923.