C O F R A D Í A
Templo de Santo Domingo de Guzmán
Oaxaca, México
de Nuestra Señora del
Santísimo Rosario
REZO DEL SANTISIMO ROSARIO
1. ORDEN DE LOS MISTERIOS DEL ROSARIO
A) Lo común es que cada día de la semana, se medite en una “parte” como a continuación se indica.
B) Acomódese, también, al espíritu litúrgico que se celebre o a la fiesta del misterio que se conmemora.
C) En Semana Santa es conveniente reflexionar en los misterios dolorosos, En Navidad los gozosos, etc.
MISTERIOS GOZOSOS –lunes y sábados–
1° La Encarnación del Hijo de Dios.
2° La Visitación de Nuestra Señora.
3° El Nacimiento del Hijo de Dios.
4° Presentación del Niño Jesús en el Templo.
5° El Niño perdido y hallado en el Templo.
MISTERIOS LUMINOSOS –jueves–
1° El Bautismo del Hijo de Dios.
2° Las Bodas de Caná.
3° El Anuncio del Reino Dios.
4° La Transfiguración.
5° La Institución de la Eucaristía.
MISTERIOS DOLOROSOS –martes y viernes–
1° La Oración de Jesús en el Huerto.
2° La Flagelación de N. S. Jesucristo.
3° La Coronación de espinas.
4° Jesús con la Cruz a cuestas.
5° La Crucifixión y muerte del Hijo de Dios.
MISTERIOS GLORIOSOS –miércoles y domingos–
1° La Resurrección del Hijo de Dios.
2° La Ascensión del Hijo de Dios.
3° La Venida del Espíritu Santo.
4° La Asunción de Nuestra Señora.
5° La Coronación de Nuestra Señora.
2. MODO ORDINARIO DE REZAR EL ROSARIO
Importante Recomendación:
Todos tenemos la Misión de rezar el Rosario, predicándolo en diferentes ámbitos y es nuestra responsabilidad transmitirlo de la manera más simple y no hacer de esta oración un rezo mecánico y cansado al querer rezarlo
con muchas oraciones secundarias. Para que así las nuevas generaciones no lo tomen como algo cansado y se animen a predicarlo.
Los puntos importantes son; la Señal de la Cruz, la Meditación del Misterio, el Padre nuestro y el Ave María y concluir con la Señal de la Cruz.
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Persignando:
Por la señal + de la Santa Cruz de nuestros + enemigos líbranos, Señor + Dios nuestro, en el nombre del Padre y del Hijo y + del Espíritu Santo. Amén.
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Acto de Contrición:
Señor mío Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, Creador y Redentor mío, me pesa, de todo corazón haber pecado, porque he merecido el infierno y perdido el cielo, y sobre todo, porque te ofendí a Ti, que eres bondad infinita, a quien amo sobre todas las cosas. Propongo firmemente, con tu gracia, enmendarme y alejarme de las ocasiones de pecar y cumplir la penitencia. Confío que me perdonarás por tu infinita misericordia. Amén.
Jaculatoria:
Señor abre mis labios: y mi boca proclamará tu
alabanza,
Dios mío ven en mi auxilio: Señor, date prisa en
socorrerme. Gloria al Padre…
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Anuncio del Misterio:
~ El que preside la oración o va a dirigir el Rosario, anuncia la serie de misterios que se van a meditar.
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Meditación del Misterio:
~ A continuación se hará lo más importante de todo el Rosario, que es la MEDITACIÓN DEL MISTERIO; si no se medita el misterio en vano será el Rosario,
~ Enseguida se reza el Padrenuestro, y a continuación diez Avemarías, y un Gloriapatri.
~ Después del gloria “María madre de Dios, madre de gracia, de piedad y misericordia: en la vida y en la muerte ampáranos tan gran Señora”.
~ ¡Oh, Jesús Mío! Perdonad nuestros pecados, preservadnos del fuego del infierno, lleva al cielo a todas las almas, especialmente a las más necesitadas de tu infinita misericordia. Amén.
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Oración para terminar el Rosario:
Lector: Oh Soberano Santuario, Sagrario del Verbo Eterno.
Respuesta: Libra, Virgen del infierno a los que rezan tu Rosario.
Lector: Emperatriz poderosa de los mortales consuelo.
Respuesta: Ábrenos, Virgen el cielo con una muerte dichosa y danos pureza de alma, ya que eres tan poderosa.
Lector: Dios te salve María Santísima, Hija de Dios Padre; Virgen Purísima antes del Parto; en tus manos, Señora, ponemos nuestra Fe, para que la alumbres, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita eres entre las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Respuesta: Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros los pecadores ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Lector: Dios te salve María Santísima, Madre de Dios Hijo; Virgen Purísima en el Parto; en tus manos, Señora, ponemos nuestra Esperanza, para que la alientes, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita eres entre las muje- res y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Respuesta: Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros los pecadores ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Lector: Dios te salve María Santísima, Esposa de Dios Espíritu Santo; Virgen Purísima después del Parto; en tus manos, Señora, ponemos nuestra Caridad, para que la inflames, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita eres entre las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Respuesta: Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros los pecadores ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Lector: Dios te salve María Santísima, Hija de Dios Padre, Madre de Dios Hijo y Esposa del Espíritu Santo; Templo, Trono y Sagrario de la Santísima Trinidad; Virgen concebida sin la culpa del pecado original. Amén.
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Responder con Salve Regina:
Dios te salve, Reina y Madre de Misericordia, Vida, Dulzura y Esperanza nuestra. Dios te salve, a Ti llamamos los desterrados hijos de Eva. A Ti sus- piramos gimiendo y llorando en este valle de lágrimas. Ea, pues, Señora, Abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos y, después de este destierro, muéstranos a Jesús,
Fruto bendito de tu vientre, oh Clemente, oh Piadosa, oh Dulce siempre Virgen, María. Ruega, Señora, por nosotros, para que seamos dignos de alcanzar las promesas y gracias de nuestro Señor Jesucristo. Amén
Lector: Reina del Santísimo Rosario: Ruega por
nosotros.
Respuesta: Para que seamos dignos de alcanzar las promesas y gracias de nuestro señor Jesucristo. Amén
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Rezar la letanía:
El rezo de la letanía es recomendable pero no necesario para ganar las indulgencias concedidas al Rosario. En ocasiones podrá incluso servir, según las circunstancias, como oraciones independientes o como invocaciones incorporadas a una celebración de carácter mariano. Si bien su lugar natural es el de concluir con ellas el rezo del santo Rosario.
LETANÍA LAURETANA
Señor, ten piedad de nosotros,
Señor, ten piedad de nosotros
Cristo, ten piedad de nosotros,
Cristo, ten piedad de nosotros
Señor, ten piedad de nosotros,
Señor, ten piedad de nosotros
Cristo, óyenos,
Cristo, óyenos
Cristo, escúchanos,
Cristo, escúchanos
Dios Padre Celestial,
Ten piedad de nosotros
Dios Hijo Redentor del mundo,
Ten piedad de nosotros
Dios Espíritu Santo,
Ten piedad de nosotros
Santísima Trinidad que eres un solo Dios,
Ten piedad de nosotros
Santa María
Ruega por nosotros
Santa Madre de Dios
Santa Virgen de las vírgenes
Madre de Jesucristo
Madre de la divina gracia
Madre de la Iglesia
Madre purísima
Madre castísima
Madre intacta
Madre sin mancha
Madre amable
Madre admirable
Madre del buen consejo
Madre del Creador
Madre del Salvador
Virgen prudentísima
Virgen digna de veneración
Virgen poderosa
Virgen clemente
Virgen fiel
Espejo de santidad
Trono de la sabiduría
Causa de nuestra alegría
Templo del Espíritu Santo
Vaso digno de honor
Vaso insigne de devoción
Rosa mística
Torre de David
Torre de marfil
Casa de oro
Arca de la alianza
Puerta del cielo
Estrella de la mañana
Salud de los enfermos
Refugio de los pecadores
Consuelo de los afligidos
Auxilio de los cristianos
Reina de los Ángeles
Reina de los Patriarcas
Reina de los Profetas
Reina de los Apóstoles
Reina de los mártires
Reina de los confesores
Reina de las vírgenes
Reina de todos los santos
Reina concebida sin culpa original
Reina asunta al cielo
Reina del Santísimo Rosario
Reina de la Familia Reina de la paz
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo,
Perdónanos Señor
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo,
Escúchanos Señor
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo,
Ten misericordia de nosotros.
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Terminada la letanía se dice la siguiente antífona:
Lector: Bajo tu amparo nos acogemos, oh Santa Madre de Dios, no desprecies las súplicas que te hacemos en nuestras necesidades; antes bien, líbranos siempre de todos los peligros, oh Virgen Gloriosa y Bendita. Reina del Santísimo Rosario, ruega por nosotros.
Respuesta: Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de nuestro Señor Jesucristo. Amén.
Oración: Oh Dios, cuyo Unigénito Hijo, con su vida, muerte y resurrección, nos alcanzó el premio de la vida eterna: concédenos, a los que recordamos estos misterios del Santo Rosario, imitar lo que contienen y alcanzar lo que prometen. Por el mismo Jesucristo, nuestro Señor. Amén
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Ofrecimiento del Rosario:
Por estos Misterios santos, de que hemos hecho recuerdo, te pedimos oh María, de la Fe santa el aumento; La exaltación de la Iglesia; del Papa el mejor acierto; de la Nación Mexicana, la unión y feliz gobierno; goce puerto el navegante y de salud los enfermos; que en el purgatorio logren las ánimas refrigerio; y que este santo Rosario tenga aumento tan completo en toda la cristiandad, que alcance- mos, por su medio, el ir a alabar a Dios, en tu compañía en el Cielo. Amén.
3. OTRAS JACULATORIAS PARA
REZAR EN EL ROSARIO
~ ORACIONES OPCIONALES ~
1) Bendita sea tu Pureza y eternamente lo sea; pues, todo un Dios se recrea en tan graciosa belleza, a Ti, celestial Princesa, Virgen Sagrada María, te ofrezco desde este día, alma, vida y corazón; mírame con compasión, no me dejes madre mía. Por tu limpia Concepción oh soberana Princesa, una muy grande pureza te pido de corazón, que mi alma no se pierda ni muera sin confesión.
2) Bendito y alabado sea el Santísimo Sacramento del Altar y la limpia y pura Concepción de la Santísima Virgen María, concebida sin la mancha del pecado original, desde el primer instante de su ser natural, para ser Madre de Dios, Señora y Abogada nuestra. Amén.
3) Cuando el Rosario es por los difuntos: Dales, Señor, el descanso eterno y luzca para ellos la luz perpetua, descansen en paz. Así sea.
-Si por tu Sangre Preciosa Señor lo habéis redimido: que lo perdones te pido por tu pasión dolorosa.
4) Bendita y alabada sea la Pasión y muerte de nuestro Señor Jesucristo y los dolores y angustias de su purísima Madre María Santísima al pie de la Cruz.
5) Préstame madre tus ojos, para con ellos mirar, porque si con ellos miro nunca volveré a pecar.
Préstame, Madre tu manto, para cubrir mi maldad, pues cubierto con tu manto al cielo yo he de llegar
Préstame, Madre tus labios, para con ellos rezar, porque si con ellos rezo mi Jesús me podrá escuchar.
Préstame, Madre tu lengua, para poder comulgar, pues tu lengua es patena de amor y santidad.
Préstame, Madre tus brazos, para poder trabajar, así rendirá el trabajo una y mil veces más.
Préstame, Madre a tu Hijo, para poderlo yo amar, teniendo a Jesús que más puedo yo desear y esa será mi dicha por toda la eternidad.
6) El Rosario de María nos libre de todo mal, alabemos noche y día a la Reina celestial.
7) Dulce Madre no te alejes tu vista de mí no apartes, ven conmigo a todas partes y nunca solo me dejes, ya que me proteges tanto como verdadera madre, cúbreme con tu manto y has que me bendiga el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Amén.
4. VARIAS ORACIONES SOBRE EL SANTÍSIMO ROSARIO
1. ORACIÓN A LA SANTÍSIMA VIRGEN
(Por los Apóstoles del Rosario}
Virgen Santísima, Reina del Rosario, que confiaste al Patriarca Santo Domingo de Guzmán la predicación a los pueblos de esta maravillosa devoción, te rogamos, por intercesión del mismo Santo Domingo, aumentes el número de devotos y apóstoles rosarianos y seas para ellos verdadera Madre y Maestra.
Haz que su inteligencia esté llena de la sabiduría de Jesús, que su corazón arda en celo y caridad por la salvación de las almas, y que sus labios hablen solamente con Dios o de Dios. Amén.
2.- ORACIÓN A LA SANTISIMA VIRGEN DEL ROSARIO
(Cuando se reza el Rosario en familia)
Reina del Rosario y Madre nuestra: Queremos conservar la paz y la felicidad de nuestros hogares, y venimos a ofrecerte, en estos tiempos en que tantos males amenazan a la sociedad humana, el calor de nuestras oraciones, para que guardes en tu corazón esta Humanidad ansiosa de un nuevo orden y la ilumines con los misterios de tu Rosario.
Te pedimos que acudas con tu amor a tantos hogares donde, juntos padres e hijos, esperan sólo de Tí el consuelo y la caricia de tu paz.
Que seas Tú, Madre amorosísima, quien una las familias, los pueblos y el mundo entero en caridad cristiana.
Que seas Tú la alegría de tantos corazones que te esperan sin conocerte; el amparo de tantos hijos perdidos y abandonados; el refugio de cuantos do- lores oprimen hoy a los hombres: para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Jesucristo. Amén.
3.- PARA OFRECER EL ROSARIO
¡Oh Virgen María, Madre de Dios y Madre nuestra, Reina del Santo Rosario!: fiados en vuestra bondad nos acercamos a Vos, para honrar vuestro nombre y consolar nuestras almas. Abridnos, Señora, la puerta de vuestro corazón y descubridnos la luz de vuestros Misterios, contenidos en el Santo Rosario, para que en ellos encontremos virtud para nuestras almas, tranquilidad para nuestro corazón, paz para nuestras familias, salud para nuestros enfermos, auxilio para nuestras necesidades y libertad para las almas del Purgatorio. Socorred, muy particularmente, ¡Madre nuestra! a los devotos de vuestro Santo Rosario y concedednos la dicha de ser buenos hijos vuestros en vida y en muerte. Amén.
4.- ORACIÓN DE SAN BERNARDO
¡Acordaos, oh piadosísima Virgen!, que jamás se ha oído decir que ninguno que haya acudido a Vos, implorando vuestro socorro, haya sido abandonado. Animado con esta confianza, a Vos también acudo oh Virgen de las vírgenes; a vos vengo, delante de vos me presento gimiendo.
No queráis, ¡oh Madre del Verbo!, despreciar mis palabras; antes bien, oídlas benignamente y cumplidas. Amén.
5.- ORACIÓN A SAN JOSÉ
(Prescrita por el Papa León XII)
——Para el mes de Octubre——
A Vos, bienaventurado San José, acudimos en nuestra tribulación y, después de implorar el auxilio de vuestra santísima Esposa, solicitamos tambén confiadamente vuestro Patrocinio. Por aquella caridad que con la Inmaculada Virgen María, Madre de Dios, os tuvo unido y, por el paterno amor con que abrazasteis al Niño Jesús, humildemente os suplicamos que volváis benigno los ojos a la herencia que con su sangre adquirió Jesucristo y, con vuestro poder y auxilio, socorráis nuestras necesidades.
Proteged, ¡oh providentísimo Custodio de la Divina Familia! la escogida descendencia de Jesucristo; apartad de nosotros toda mancha de error y de corrupción; asistidnos propicio desde el Cielo, fortí- simo libertador nuestro, en esta lucha con el poder de las tinieblas y como en otro tiempo librasteis al Niño Jesús del inminente peligro de la muerte que buscaba Herodes, así ahora defended la Iglesia Santa de Dios de las acechanzas de sus enemigos y de toda adversidad y, a cada uno de nosotros, protegednos con perpetuo Patrocinio, para que, a ejemplo vuestro y sostenidos por vuestro auxilio, podamos santamente vivir, piadosamente morir y alcanzar en los Cielos la eterna bienaventuranza. Amén.
6.- ORACION A SAN MIGUEL ARCÁNGEL
(Para terminar el rosario)
San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha. Se nuestro amparo contra la perversidad y acechanzas del demonio. Que Dios manifieste sobre el su poder, es nuestra humilde suplica.
Y tú oh Príncipe de la Milicia Celestial, con el poder que Dios te ha conferido,
arroja al infierno a satanás, y a los demás espíritus malignos que vagan por el mundo
para la perdición de las almas. Amén.
7.- EL “ÁNGELUS”
El Ángel del Señor anunció a María,
y Ella concibió por obra del Espíritu Santo. Dios te salve, María. . .
He aquí la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra Dios te salve, María. . .
El Verbo se hizo carne, y habitó entre nosotros. Dios te salve, María. . .
Lector: Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios.
Respuesta: Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Jesucristo, nuestro Señor, Amén.
Oremos: Te suplicamos, Señor, que derrames tu gracia en nuestras almas, para que quienes hemos conocido por el anuncio del ángel la encarnación de tu Hijo Jesucristo, por los méritos de su pasión y su cruz seamos llevados a la gloria de su resurrección. Por el mismo Cristo nuestro Señor, Amén.
8.- REGINA COELI
(En el tiempo pascual se sustituye el Ángelus por esta oración).
Reina del Cielo, alégrate, aleluya,
porque Cristo, a quien llevaste en tu seno, aleluya, ha resucitado, según su palabra, aleluya.
Ruega al Señor por nosotros, aleluya.
9.- DEPRECACIONES A NUESTRA SEÑORA DEL ROSARIO
Madre mía del Rosario, sálvame.
En los peligros, defiéndeme.
En las tentaciones, ayúdame.
En las necesidades, ampárame.
Si caigo, levántame.
Si te llamo, óyeme.
Si sufro, consuélame.
Si desmayo, anímame.
Si yerro, corrígeme.
Madre mía, tu Rosario cada día rezaré,
alma y vida te consagro, recibe todo mi ser.
Heme a tu Rosario no me quiero desasir,
ni lo tendrás en olvido,
con él siempre he vivido,
y con él quiero morir.